1 de septiembre de 2014

Un pasado muy presente

Siento su silencio como si fuesen dentelladas causadas por un lobo hambriento. No sé cuál fue la primera causa de su mutismo, pero sé que algo cambió en cuanto lo supo; aunque no lo admitiese. Éramos algo más que dos personas ansiosas por conocernos, éramos suficientemente jóvenes, inocentes, como para descuidar aquello que teníamos por intentar un imposible. Supe que nada saldría de ahí en cuanto lo vi, sin embargo me callé lo bastante como para hacer pensar lo contrario. Nos tuvimos el uno al otro un tiempo, pudimos probar sin hacerlo y, de repente, silencio.

¿Quién entiende algo? ¿Borramos un pasado inconcluso para volver a empezar?


No quiero su mutismo, así que solo queda esperar, supongo. Quizás vuelva a empezar.

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