31 de marzo de 2014

Y si...

"Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única."
(Jorge Luis Borges)

Cada día cruzas cientos de miradas con cientos de personas. Miradas de odio, rencor, complicidad, amistad, entendimiento, simpatía... Pero hay un tipo de miradas que aparece solo en ciertos momentos de la vida, ¿adivináis cuál puede ser? Sí, se llama amor, enamorarse, sentir que el mundo se para por otra persona... Recibe mil nombres diferentes pero, en definitiva, todos significan lo mismo y para nadie es nunca igual. Un día surge, así de la nada, ves a una persona que, en un principio, puede no significar nada para ti (aunque también puede haber pasado toda la vida contigo, en caso de ser tu mejor amigo); lo dejas pasar pero, tal vez no esa noche pero sí las siguientes, te darás cuenta de que esa persona te importa más de lo que quisieras admitir. Piensas, piensas, piensas... Intentas olvidar, concentrarte en otras cosas, negar lo evidente... Es imposible, esa persona ya está dentro de tu corazón.
 
El amor es el dolor de vivir lejos del ser amado


 El amor es una enfermedad silenciosa, o un remedio único, según cómo se vea, cómo se padezcza. Puede ser correspondido, correspondido pero imposible, imposible o, sencillamente, no correspondido. Este último caso, es el que más podría asemejarse a una enfermedad, largas noches llorando, intentando ser perfecta (o perfecto) para la otra persona hasta el punto de, a veces, llegar a perder nuestra propia identidad; noches de insomnio en las que cada hora es un castigo; conversaciones con esas personas que nunca fallan que, al final, acaban por darse por vencidos aunque siempre ayudan; depresiones que, en ocasiones, son llevadas a extremos; escuchar burlas (en el caso de que se sepa); y lo más doloroso, ver como la otra persona se aleja sin poder hacer absolutamente nada, sufrir cada beso, cada abrazo que esa persona le da a otra que no eres tú.

A veces este amor se cura a base de música, canciones que explican los sentimientos de uno mismo cuando ni siquiera él es capaz de entenderse,cuando no hay palabras, solo emociones, tristezas, alegrías... Pero, ¿y si la música no ayuda? ¿Qué ocurre cuando la música hace daño, cuando está ligada a esa persona de la que, de alguna forma, te has acabado enamorando? ¿Nada? Nos queda sufrir, escuchar aquello que queremos y nos daña y callarnos, callarnos la rabia, la vergüenza e, incluso, los sentimientos. 
El amor es como un violín. La música podrá detenerse ahora y después, pero las cuerdas lo recordarán por siempre.

 
 
Ojalá esas personas a las que tanto queremos se diesen cuenta de los sentimientos, de aquello que provocan allí donde van aunque está claro, no podemos obligar a nadie a cambiar sus sentimientos pero, ¿y si no es un intento fallido? ¿Y si existe una mínima posibilidad? En ese caso, ¿qué hacer: decírselo o no? Es conocida la frase, "Quien no arriesga, no gana", pero quien arriesga también puede perder, el "no", ya se tiene, pero, ¿es lo mismo tenerlo que escucharlo? Supongo que, como en todo, en esto también habrá opiniones diferentes, para gustos los colores, ya se sabe pero bueno, nunca está de más escuchar consejos, la experiencia es la base de todo, ¿no? Probar, probar, probar... Y así indefinidamente pero, ¿seremos capaces? Hay que dejar atrás esa timidez, la vergüenza, el recelo, el miedo... el caso es, ¿cómo?

No queda mucho más que decir, inténtalo, puede que duela pero si has sido capaz de superar el miedo, por qué no vas a ser capaz de superar el golpe, ese daño. Sé que no es fácil, yo no lo haría, no soy capaz, o quizás no tengo el valor suficiente, pero ahí queda:
 
"El éxito no es definitivo, el fracaso no es fatídico. Lo que cuenta es el valor para continuar." (Winston Churchill)

Fdo. Desde dentro de mi corazón.

30 de marzo de 2014

Don't worry, be happy!

"Por aquí, de cualquier manera, no miramos hacia atrás por mucho tiempo. Caminamos hacia el futuro, abriendo nuevas puertas y haciendo nuevas cosas, porque somos curiosos… y la curiosidad sigue conduciéndonos por nuevos caminos." Walter Elias Disney.





Hace poco tiempo descubrí que siempre he sido una persona más pesimista de lo que pensaba, mi visión del mundo era esa que, ahora, muchos clasificarían de negra; y sí, no eran solo la época en que vivimos, la crisis que pasamos o los problemas personales, mi pesimismo iba mucho más allá de lo que muchos podíais haber pensado. Como dice Disney, no miramos atrás mucho tiempo y, eso, ha quedado renegado al pasado y ahora me permito buscar un camino un poco mejor o, al menos, mejor para mí. Ya no dejo todo en manos del pesimismo, aunque aún no este al 50-50 el optimismo ha ido ganando terreno y todo gracias a la curiosidad, a la amistad, a seguir intentándolo... 



Nunca en la vida debes dejar que te digan cómo has de ser o qué has de hacer (exceptuando profesores, padres y semejantes que, en ciertas ocasiones, llevan razón), tú eres tú y tus consecuencias, no lo olvides, tenemos que aprender poco a poco, escogiendo caminos correctos y equivocándonos al escogerlos; en un futuro, nadie "nos salvará el culo", no nos van a sacar las castañas del fuego y, si hasta ese momento hemos vivido guiados, sin ser nosotros mismos, obedeciendo todas y cada una de las cosas que se nos decían, ¿qué va a ser de nosotros?




El pesimismo puede venir dado por no haber visto la realidad, o por haberla visto demasiado, conocerla como a uno mismo pero puedo asegurar que, a pesar de vivir en la más cruda verdad, estas personas mantienen más el optimismo que aquellas que nos enfrentamos al mundo demasiado tarde (sí, me incluyo). No dejéis que elijan por vosotros, todos tenemos derecho a tomar las decisiones equivocadas en ocasiones, ¿no?



Pues allá va, tened la suficiente fuerza para decir que no, para elegir por vosotros mismos, sin imposiciones, a veces los resultados sorprenden y, si es por el optimismo, por la felicidad, ¿quién no lo daría todo?

Fdo: OPEM (Optimistas Por El Mundo)

11 de marzo de 2014

Anécdotas

"Haz que las contrariedades te alienten y los obstáculos te engrandezcan"

Bill Eardley  






11 de marzo de 2004. Madrid.

7:36-7:37 a.m.
Tres bombas explotan en el tren 21431 en la vía 2 dentro de la estación de Atocha (no explotan simultáneamente).


7:38 a.m..
Dos bombas explotan en el tren 21435 en la estación de El Pozo del Tío Raimundo.

7:38 a.m.
Una bomba explota en el tren 21713 en la estación de Santa Eugenia.

7:39 a.m.
Víctimas del atentado
Cuatro bombas explotan en el tren 17305 en la calle de Téllez, 500 m antes de entrar en la estación de Atocha.

Muertos: 192 personas. Heridos: 1858 personas.

Para que luego digan que la vida de una persona no puede cambiar en apenas un par de minutos,sino que se lo digan a aquellas 192 personas que perdieron la vida en el atentado, además de a sus familias o a aquellos heridos que, bien sea de gravedad o más levemente sufrieron un grave golpe psicológico.
Hablamos de anécdotas sí, y es que hoy hace exactamente diez años desde el atentado del 11-M y, curiosamente, también se cumplen hoy tres años exactos desde el desastre de Fukushima. Gracias, destino.
 
Lazo negro y rosa negra. Sinónimos de luto.

Puede que os preguntéis por qué he empezado "relatando" todo lo que ocurrió aquella mañana del jueves, 11 de marzo de 2004 pero, lo creáis o no, todo se debe a las casualidades.
El día del suceso yo era aún demasiado pequeña para ser consciente de todo lo que pasaba, del revuelo que se había montado a mi alrededor pero, a pesar de todo, recuerdo claramente el sonido, las imágenes de terror que se veían en el pequeño televisor que, si mal no recuerdo, aún era analógico. Pregunté a mi madre que ocurría pero no lo sabía con claridad, hablaba de gente "muy malita" (supongo que es como las madres tienden a referirse a los muertos cuando aún somos demasiado jóvenes o inocentes como para entenderlo); ella no imaginaba que, apenas un año después, empezaría una amistad con una de las mujeres que iba en uno de esos trenes; una mujer que, a día de hoy, es algo así como mi "madrina". Cuando ella se lo contó, supongo que se llevó una buena sorpresa, en el vagón posterior hubo varios muertos, se salvó por los pelos.
Otro tanto podríamos decir de mi primo, el único que tengo "cerca", siempre, todos y cada uno de los días cogía ese tren y, por pura suerte, vio su destino pasar por delante de sus ojos sin llegar a sufrirlo; ese día, no cogió el tren, se salvó.

Todo sucede por alguna razón

Son dos experiencias diferentes contadas de segunda mano, una vez ya hemos escuchado los relatos en frío, pero la simple perspectiva de que alguno de tus seres queridos haya podido estar en esa clase de situación hace que te replantees un gran número de cosas, hace que pienses dos veces el sentido de la vida. Yo, al menos, lo hice, y creo que ese el motivo principal por el que intento escribir esto, para que podáis meteros en un cachito de mi piel, de mí.
Era hace apenas unos minutos cuando recordaba todo esto, cuando mi madre llamaba a mi "madrina" y ellas recordaban una parte dolorosa del accidente; cuando veía las declaraciones de las víctimas, que han salido publicadas hace tan solo unas horas, como recuerdo. Han sido estas declaraciones las que han podido arrancarme más de una lágrima, leer la pura realidad, cómo lo vivieron... y sentirlo, sentirlo tan cerca como si fueses tú mismo el que lo está viviendo, eso ha sido lo peor, lo más realista, pero también lo más cruel, demuestra el precio al que algunos han sobrevivido. No sé si será conveniente, pero aquí tenéis una parte de esas declaraciones, solo dejo algo claro, hay que tener fuerza suficiente para imaginarlo y seguir adelante, porque un obstáculo en el camino está para lograr superarlo: http://www.larazon.es/detalle_hemeroteca/noticias/LA_RAZON_363488/4912-victimas-del-11-m-no-he-vuelto-a-montar-en-tren-ni-soporto-su-pitido#.Ttt1Vktv8ooATBA 

Bueno, esto es todo, era sencillamente una pequeña anécdota, un pequeño homenaje a esas víctimas que día tras día (y así diez años después), siguen luchando, porque solo así, con fuerza, se ganan las verdaderas batallas.

¿Sorprendidos? Lo sé, todo el mundo tiene sus pequeñas anécdotas, solo estás esperando descubrir las tuyas. Anímate, lo conseguirás.

Fdo. Una persona que recuerda.


 

7 de marzo de 2014

Pasado, presente, futuro. Ayer, hoy, mañana.

"Recuerda, hoy es el mañana acerca del cual te preocupabas ayer"

 Dale Carnegie

 

 

El vivir día a día es algo complicado, tendemos a preocuparnos por lo que pasará en un futuro, ya sea próximo o lejano, o en un pasado ante el cual ya no podemos hacer nada. No voy a convenceros de que vivir el día a día es lo mejor, no voy a intentar cambiar vuestra mentalidad pero si voy a intentar enseñar otro punto de vista. 

Cada mañana te levantas, te esperan mil cosas a lo largo del día; puede que sean una rutina, que apenas cambie nada, pero si esperas el mañana es imposible que lo haga; creo que cada día necesita un empujoncito para convertirse en único pues, sin esfuerzo, las cosas no cambian.

Es por esto por lo que deberíamos pensar de otra forma, "si no cambio el día de hoy, ¿cómo voy a preocuparme por el mañana?", es cierto, lo hacemos. Nos preocupamos por los exámenes, las citas, las vacaciones que empiezan, las fiestas que se acercan... Pero, si no hacemos algo hoy para favorecer el mañana (veáse estudiar para el exámen, buscar un buen vestido, tener planeados los viajes...), ¿cómo no nos va a preocupar? Si vivimos día a día nos preocupamos por el mañana y si nos preocupamos por el mañana  no vivimos día a día... Es algo extraño, ¿no créeis?
Trataré de explicarlo, si hacemos las cosas según vienen (vivir día a día) tenemos muchas probabilidades de retrasarnos, de olvidar las cosas que nos habían propuesto con antelación, de tener problemas en el colegio, en las amistades... en la vida en general; sin embargo, si vivimos completamente preocupados por el mañana  no haremos nada por solucionar el hoy, pero tampoco abordaremos el problema del mañana, viviremos en un ciclo de preocupaciones insulsas que niegan una "vida" propiamente dicha. Entonces, ¿qué hacemos? Ya sé que me echaréis la bronca de que siempre pongo las mezclas como solución, como resultado y ejemplo de todo pero qué decir, en mi opinión es cierto que la variedad, lo distinto, es aquello que nos hace más reales y únicos. Es por esto, y por nada más, por lo que opino que deberíamos vivir con cierta preocupación por el mañana, el futuro, es cierto, pero creo que no deberíamos olvidar que seguimos viviendo un día a día y que, si no vivimos hoy, tampoco vivimos el mañana... Así que, como dijo Dale Carnegie, "Recuerda, hoy es el mañana acerca del cual te preocupabas ayer".





Fdo. Pensando en mi futuro