6 de enero de 2014

Cambiar de rumbo

"Quiero estar sola. Poder disfrutar de nuevo de todo aquello que mis secretos ocultaban, no tenerlo todo al descubierto y que, personas que yo no conocía de nada se metan en mi vida..."

Quiero dejar atrás todo mi presente, la simple idea de tener que seguir adelante me aterroriza y no me permite hacerlo. Todo me lo impide, pero es el hecho de saber que nada irá bien una vez volvamos, lo que más me echa para atrás. Quisiera volver atrás en el tiempo, no mucho, tan solo unos meses, al 2013. Puede decirse que si el 30 de mayo no se hubiese pedido por twitter miembros para un grupo, nada de lo que estoy diciendo tuviese el menor sentido, pero pasó; ese 30 de mayo de 2013 se inició un cambio. Puede que este cambio no fuese muy importante, que no afectase a un gran número de personas... Pero me afecto a mí y sí, haciendo gala de cierto egoísmo por mi parte, tengo que decir que es eso ahora mismo lo que me importa. Ahí se encuentra lo que fue el inicio del que, hasta el momento, ha sido el mejor verano de mi vida y que cambió radicalmente toda mi forma de pensar. Y he aquí el tema de hoy, un nuevo "problema" si es que se puede llamar así.


Hay momentos en nuestra vida en que afrontamos cambios, unos más repentinos que otros, unos que les suceden a todos y otros más íntimos, personales. Puede decirse que cada uno debe afrontar estos cambios como lo que son pero es posible que acarren problemas, que no todo sea siempre "coser y cantar", que la vida te dé una de cal y otra de arena en un mismo momento.
Para mí el verano de 2013 supuso una gran mejora a nivel personal, puede que durante esos tres/cuatro meses que duró fuese la persona más feliz del mundo, lejos de problemas y la gente que podría hacerme la existencia complicada; pero esta experiencia también me acarreó "problemas" (si es que se pueden considerar así) en el sentido emocional. He conocido a personas que darían prácticamente la vida por cualquier otro, personas que realmente merecen la pena; he estado en sitios increíbles; y he pasado cosas excepcionales en apenas cuatro meses; pero, al final, me he tenido que ir alejando de todo, volver a la rutina, a lo de siempre a pesar del dolor que todo ello pueda llegar a provocar... Entonces, ¿son buenos los cambios?, ¿hay que perseguirlos o hay que dejar que lleguen?

Fdo. En busca de mi camino.

2 comentarios:

  1. Tienes toda la razón Ana... Yo si pudiese volveria a principios de Octubre, cuando aun no me habian roto el corazón y literalmente, fastidiado del todo mi vida. Pero en fin, hay que saber ver el lado positivo de las cosas y alzar la barbilla ante el futuro porque ambas somos fuertes y, se nos ponga el reto que se nos ponga, lo podemos superar aunque a veces cueste mas que otras.

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    1. Lo importante es dejar llegar los cambios, aunque a veces sean lamentables, y saber afrontarlos con la cabeza bien alta :)

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